Aunque se tiende a pensar que la primavera es la estación más propicia para que se den alergias, el aumento de las temperaturas producido por el cambio climático prolonga las estaciones de polinización y esto, unido a la mayor concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, crea un entorno propicio para la proliferación de alérgenos como el polen, el moho y los ácaros del polvo también en estaciones como el verano.

Según datos de SEICAP, Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica, la alergia es una enfermedad que afecta a uno de cada cuatro niños en España y “esta cifra se incrementa cada año”, advierten desde la misma organización.

La doctora Daniela Silva, especialista en Medicina Interna y E-Health Medical Manager de Cigna Healthcare en España explica a Ser Padres que las alergias más frecuentes que suelen afectar los niños en verano son las alergias al polen, insectos, caros, reacciones alimentarias y dermatitis. “Al estar en el campo o la montaña, la exposición al polen de flores, árboles y otras plantes es mucho más directa y puede provocar síntomas como estornudos, congestión nasal y picor en los ojos, la garganta o la nariz. A su vez, hay mayor probabilidad de tener alguna picadura de insectos, como abejas, avispas, mosquitos y hormigas, que pueden desencadenar reacciones alérgicas que varían desde hinchazón y enrojecimiento local, hasta reacciones más severas”, describe esta experta.

A continuación, pasamos a detallar cuáles son las alergias más frecuentes que suelen afectar a los niños en verano y los consejos que recomiendan los expertos para tratarlas y prevenirlas.

Cómo tratar y prevenir las alergias más frecuentes de los niños en verano

Los expertos explican cuáles son las alergias que suelen afectar a los niños durante la época estival y recomiendan consejos prácticos a la hora de hacerlas frente o prevenirlas.

Alergia al polen

La doctora Daniela Silva afirma que es importante evitar que los que los niños salgan al exterior durante las horas pico de polinización (por la mañana temprano y al anochecer), mantener las ventanas de casa y del coche cerradas en estas horas y utilizar aire acondicionado con filtros de aire que ayuden a mantener un ambiente interior limpio. “En este último punto, es importantísimo hacer un mantenimiento regular de estos filtros. Asimismo, lavar la ropa y bañar a los niños después de estar al aire libre ayuda a eliminar posibles restos de polen”, aconseja la especialista de Cigna Healthcare.

Alergias a picaduras de insectos

Los niños son más vulnerables a sufrirlas puesto que suelen andar descalzos por el césped de las piscinas o por la playa, además de ir vestidos con ropa más ligera en verano y colores llamativos. Según explican en la web de SEICAP, “las picaduras de himenópteros (abispas, abejas y similares) pueden causar desde reacciones locales hasta reacciones sistémica, siendo uno de los causantes más frecuentes de anafilaxia en niños después de los alimentos”.

Desde la misma asociación apuntan que aquellas familias de niños que ya hayan sufrido una picadura previa, deben prestar atención a los sintomas si este verano sufre una segunda picadura para actuar lo más rápido posible y los niños que ya han sido diagnosticados de alergia a este tipo de picaduras deberán llevar siempre consigo el autoinyector de adrenalina.

Por su parte, la doctora Daniela Silva recomienda utilizar repelentes de insectos adecuados y seguros para niños. “En caso de picadura, se puede aplicar hielo para reducir la hinchazón y, si la reacción va a más, hay que acudir a un especialista para valorar un posible tratamiento”, explica la experta. También es aconsejable aprender a identificar las picaduras de insectos en los niños.

Alergias alimentarias

Respecto a este tipo de alergias, la doctora Silva sostiene que es importante leer cuidadosamente las etiquetas de los alimentos y preguntar sobre los ingredientes/lista de alérgenos cuando se come fuera de casa. “Además, debemos asegurar siempre una correcta conservación de los alimentos, evitando dejar fuera de la nevera cualquier tipo de alimento en verano”. Por otro lado, la especalista apunta que hay que informar a los cuidadores y otros adultos sobre las alergias del niño y cómo actuar en caso de emergencia, además de llevar siempre encima medicamentos recetados puede ser determinante en caso de una reacción grave. “Se puede, por ejemplo, preparar un pequeño tarjetón con los datos del niño (principales alergias, qué hacer en caso de emergencia, a quién llamar…)”

Alergia a los ácaros

Aunque los ácaros son más frecuentes en otras estaciones, como la primavera o el otoño, también aparecen durante el verano cuenta la experta de Cigna Healthcare. “Segundas viviendas donde se acumula el polvo, zonas costeras de gran humedad o, incluso, las moquetas de algunos hoteles pueden causar síntomas alérgicos en algunos niños”.

Frente a los ácaros en verano, la doctora Silva sostiene que es fundamental limpiar y ventilar muy bien las casas “especialmente aquellas que son segunda residencia y llevan tiempo sin usarse”.

Por otra parte, hay equipos de aire acondicionado que no solo sirven para refrescar el ambiente en los días calurosos, sino que también pueden ayudar a filtrar el aire eliminando partículas de polen y polvo que pueden desencadenar reacciones alérgicas. En el mercado hay tecnologías que cuentan con el aval de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) como algunos modelos de Mitsubishi Electric.

Alergias en la piel por exposición al sol, al sudor o al cloro

El verano trae consigo una serie de riesgos para la piel de los niños, sobre todo de aquellos que sufren dermatitis atópica o urticaria crónica. Para evitar lesiones cutáneas originadas por el sol, el sudor y el cloro en los meses estivales la principal medida que hay tener en cuenta según SEICAP es “mantener la piel del menor bien hidratada para que la barrera cutánea pueda frenar la acción de los agentes irritantes” y apuntan que “el uso de cremas hidratantes y emolientes resulta eficaz en este sentido”.

Desde la misma asociación aconsejan también evitar el uso de colonias o jabones con sustancias que puedan resultar agresivas, usar prendas de tejidos naturales, como el algodón o el lino, proteger la piel con protectores solares de amplio espectro, bañarlos con agua templada en lugar de caliente y ducharse al salir de la piscina, entre otros.

Alergia al látex

El látex es un material que puede estar presente en más de 40.000 objetos diferentes. Muchos de ellos, como las pelotas, gafas de bucear, gorros u otros materiales de baño, como los flotadores o manguitos, son de uso frecuente en verano y pueden ser de látex natural.

SEICAP recomienda sustituir los objetos con materiales de látex por otros de silicona. “Además, en los restaurantes y hoteles será preciso que la familia averigüe si las personas que han manipulado alimentos lo han hecho con guantes de látex”. Existe una normativa sobre uso de guantes de látex en la industria alimentaria, informan desde la asociación.

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