La relación entre padres e hijos no siempre es fácil, sobre todo cuando se trata de educarlos en la alimentación. Seguir algunas pautas básicas puede ayudar a que nuestros hijos coman bien y puedan así mantener un peso saludable y una vida sana.
A continuación te dejamos 10 reglas claves para conseguir que tus hijos coman de todo:
Los padres tienen que controlar lo que comen sus hijos. Es su responsabilidad, como padres, decidir qué alimentos comprar y cuándo darlos a sus hijos. Los niños comen lo que está en casa y si tenemos comida más sana es más difícil que puedan comer algo que no queramos. De vez en cuando podemos darle su bocadillo favorito o alguna golosina, aunque en ningún caso debería ser una norma.
Enseña a los niños a disfrutar de la comida. Para ello es importante que los pequeños participen en la preparación de cada plato y de los rituales de poner y quitar la mesa. Los sabores y olores que desprende la comida al cocinarla, hará que se interesen mucho más por ella y aprendan a valorarla.
Dales libertad para que los niños puedan elegir qué y cuánto comerán de los alimentos que les ofreces. Aunque pueda parecer demasiada libertad, les estarás ayudando a ser más responsables y les darás su propia voz, algo que valorarán mucho. Si tienes comida saludable en casa, tus hijos solo elegirán entre los alimentos que tienes, por lo que siempre elegirán bien.
Presenta los platos de forma especial. Con muy poco esfuerzo y un poco de creatividad, puedes presentar los platos con formas divertidas. La combinación de colores es otra de las claves. Con platos atractivos, los niños se animarán a probar nuevos sabores.
Deja que los niños terminen de comer cuando sientan que ya están llenos. Muchos padres crecieron bajo la regla de limpiar el plato, pero ese enfoque no ayuda a los niños a escuchar sus propios cuerpos cuando se sienten llenos. Cuando los niños se dan cuenta y responden a sentimientos de plenitud, es menos probable que coman en exceso.
No le obligues a comer. Si el niño no quiere comer un día, no pasa nada. No le obligues. El pequeño no debe ver la hora de la comida como un suplicio.
Las preferencias alimentarias se desarrollan muy temprano, por lo que tenemos que ofrecerles variedad. De hecho, aún cuando son bebés ya comienzan a formar su idea de lo que les gusta y lo que no les gusta. Es posible que tengas que servir un nuevo alimento varias veces para que un niño lo acepte. No obligues a un niño a comer, es mejor ofrecerle algunos bocados y que su curiosidad haga el resto. Con niños mayores, pídeles que prueben un bocado.
Vuelve a escribir el menú infantil. ¿Quién dice que los niños solo quieren comer pizza, hamburguesas y macarrones con queso? Cuando salgas a comer, deja que tus hijos prueben nuevos alimentos. Seguro que en más de una ocasión pueden sorprenderte con su disposición a experimentar. La mejor manera de hacerlo siempre será permitiéndoles probar un bocado del plato que hayas pedido.
Las bebidas con gas y endulzadas agregan calorías adicionales al cuerpo de los niños que no aportan una buena nutrición. El agua, los zumos naturales caseros y la leche son las mejores bebidas para los niños.
Los dulces ocasionales están bien, pero no conviertas el postre en la razón principal para cenar. Cuando el postre es el premio para cenar, los niños naturalmente le dan más valor a la magdalena que al brócoli. Trata de mantenerte neutral sobre los alimentos.
Encuentra mejores maneras de decir «te amo». Cuando los alimentos se usan para recompensar a los niños y mostrar afecto, pueden comenzar a usarlos para enfrentar el estrés u otras emociones. Ofrece abrazos, elogios y atención en lugar de alimentos.
Sé un modelo a seguir y come sano. Cuando intentes enseñar buenos hábitos alimenticios, procura dar el mejor ejemplo posible. Elige platos nutritivos, come en la mesa y no te saltes las comidas.
Evita que los niños piquen comida procesada entre horas. Es muy importante que los niños tomen tentempiés sanos y ligeros entre horas, como puede ser una pieza de fruta o un yogur. La bollería industrial o patatas fritas, por el contrario, es algo que se debe evitar.
Limitar el tiempo de la televisión, el móvil y el ordenador. Al hacerlo, les estarás enviando una señal para ser más activos. Como dato informativo, decirte que las investigaciones han demostrado que los niños que reducen el tiempo en la televisión también reducen su porcentaje de grasa corporal.
¿Cuáles son tus técnicas para que tus hijos coman variado y saludable? Estamos seguros de que tienes muchos consejos para aportar y que les vendrá genial a otros padres que se pelean con sus hijos por este motivo. Te dejamos la caja de comentarios para que nos cuentes tu experiencia.
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